Las consultas telefónicas siempre ocuparon un espacio importante en la vida de los profesiona les del arte del curar. Recuerdo algunas que bien vale la pena citar... Cierto día me llamó una paciente que me dijo: "Mire: ¡¡¡me duele mucho ACA!!!". Por supues to, por teléfono no se puede ver el "ACA" del pa ciente, por lo cual le respondí: "¿Dónde es acá?". La mujer, ya molesta, me reiteró: "Pero, doctor, ¡¡¡acá!!!, ¡¡¡acá!!! ¿Qué debo hacer?..".
Otro caso fue el de un señor que se encontraba en tratamiento. Refería no haber sentido mejoría luego de la última sesión, por lo que le sugerí que sin esperar su próximo turno viniera en ese mis mo día, pero para que estuviera más relajado le indiqué que antes se "tomara" un baño de inmer sión, a lo que el paciente, muy sorprendido, me preguntó: "¿¿¿TODO???".
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