Es frecuente observar cómo los integrantes de la fami-lia piden que se les alcancen las cosas: en el hogar nadie es esclavo de nadie, todos deben colaborar, ya que cuen tan con sendos pies y manos para procurarse las cosas. Saber decir no de vez en cuando es altamente saludable para la mente y el esqueleto de la mujer: el sano egoís mo no es malo cuando la integridad está enjuego.
Como conclusión diremos que se puede reeducar a la familia ya que todos tienen obligaciones y deberes por igual.
Dése tiempo para cultivar su físico, no es cierto que no hay tiempo para hacer un poco de ejercicio un par de ve ces a la semana: esto preservará sus articulaciones, man tendrá erguida su columna, realzará su elegancia y eleva rá su autoestima. Si usted no se da la importancia que sa be que tiene, nadie la valorará.
Por último, sepa que no hay edad para implementar es tas medidas, no hay una única receta y tal vez el cambio sea arduo, pero al final, tenga la seguridad de que se ve rá favorecida y su familia contenta. Después de todo, ¿usted no es la reina del hogar?
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